Un nuevo 8 de marzo, una lucha que continúa

Tener que celebrar un 8 de marzo supone que nos queda mucha tarea por hacer en la lucha por la igualdad. El hecho de que exista este día es la prueba del camino que nos queda por recorrer.

Ningún estado ha conseguido la igualdad entre hombres y mujeres y lo que es más alarmante, ni tan sólo entre niños y niñas, como alertó recientemente la directora de la ejecutiva de ONU mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka.

La mujer del siglo XXI sufre agravios constantes en el ámbito de la formación académica, en el ámbito laboral, en la participación, en la representación política, en su sexualidad y en su imagen.

Todo esto es violencia, una violencia sibilina que se disfraza de cotidianidad y se cuela en cada una de nuestras vidas día a día. Pero atención, también sufrimos la violencia más evidente, la violencia física. Una de cada tres europeas ha sufrido una agresión sexual y en 2013 en el estado español murieron cuarenta y ocho mujeres por violencia de género. En 2014 llevamos ya once.

Todo esto no es casual ni natural, la desigualdad se ha construido y se construye a fuerza de dictar normas morales, sociales y legales que lo que hacen es negar a la mujer su derecho y control sobre su sexualidad, su cuerpo, su vida.

¡Una vez más es el momento de decir basta! Un basta contundente frente a las políticas regresivas que nos roban derechos como la ley Gallardón y que al mismo tiempo sea muy constructivo, porque cada uno de nosotros de nosotros tenemos la posibilidad de construir la igualdad allí donde estemos cada día del año, sea o no ocho de marzo.

Marian Campello (Joves amb Compromís del Baix Vinalopó-Vega Baja)

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *